jueves, 24 de febrero de 2011

¡Quiero un tiempo en la relación!



Las relaciones pasan por períodos de crisis donde, el tiempo, la rutina o los malos entendidos, van terminando con el amor que en un comienzo se tenían. Son en estos periodos donde el "démonos un tiempo" surge como salvavidas de la relación.
Puede ser una buena alternativa, sin duda, pero muchas veces también es la principal excusa para no atreverse a dar un paso que pondría fin a la relación y que causaría el dolor del otro a quien se amó.

Es una decisión difícil, ya que por muy buenas intenciones que se tengan, bien podría pasar que este lapso no cumpla con los fines reparadores de la relación sino que terminar con ella y no en muy buenos términos.

Para no caer en una situación aún más complicada, el experto en terapias de pareja de la Universidad de las Américas, Alexis Audicio Vera, nos da algunos consejos para saber cuándo son buenos o malos los tiempos en una relación.


¿Tiempo para qué? No se trata que el darse un tiempo sea malo, al contrario, el tiempo es bueno para redefinirse o para decidir, el asunto es reflexionar el por qué de este tiempo y si de verdad ayudará al fortalecimiento de la relación.

Cuando la pareja se encuentra pasando por un período de incertidumbre, a causa de uno o ambos miembros, es necesario buscar claridad antes de decidirse, respecto de cuál es el objetivo de dicho tiempo.


Es útil tomarse un tiempo cuando:

* La intención es poder revisar la relación y esclarecer las expectativas que cada quien tiene respecto del otro.

* La relación se encuentra desgastada por el tiempo y la rutina, y se busca redefinirla en un rumbo común.

* Ha aparecido otra persona y se hace necesario revisar qué tiene él o ella que no tenga la pareja y ver qué es lo que se quiere.

* Se avecina el matrimonio y el proyecto conjunto parece haber perdido fuerza sin razón aparente y es necesario averiguar el por qué.

Al margen del origen del problema, ambos miembros de la pareja están dispuestos a darse una nueva oportunidad, pero requieren "descontaminarse", reflexionar y tomar decisiones libremente y sin presiones.

No es útil cuando:

* Al menos uno de los miembros de la pareja no quiere darse un tiempo, en ese caso, la separación temporal sólo favorecerá el deterioro de la relación.

* La intención es "descansar", pero en lo profundo se sabe que la relación ya no funciona.

* Al menos uno de los miembros de la pareja no está dispuesto a continuar intentando que la relación dé resultado, en ese caso la separación será sólo una ilusión de alternativa que finalizará provocando un dolor aún más grande.

* Aún no se ha conversado respecto de la(s) causa(s) que han dado origen a la posibilidad de la separación temporal. Si es así, al momento de recomenzar, no habrá nada claro y la separación no habrá servido para nada.

* La motivación no proviene de la propia pareja (incluyendo a ambos miembros), y es una alternativa que ha sido planteada por amigos o familiares, si es así, sólo servirá para remarcar las diferencias o la convicción de enamoramiento (en casos en que uno de los miembros no está dudando).

* No existe claridad que el hecho de la separación puede generar (con una alta probabilidad), el extrañar al otro, pero ello no necesariamente significa que el amor sigue vigente.

Como vemos, es importante saber el problema que está originando el quiebre de la relación para ver si darse un tiempo serviría o no a la reconstrucción de la misma. No sirve que uno de los dos sólo lo quiera ya que no hay que olvidarse que las relaciones son de a dos y por eso las decisiones deben ser también tomadas en conjunto.

Alargar un proceso que, sabemos, ya no tiene buen final, sólo traerá más dolor y desilusión a nuestras vidas y el bello recuerdo que podríamos haber tenido sólo se transformará en un episodio que no querremos recordar.


Es mejor no forzar las relaciones, siempre habrá algo mejor para ti donde menos lo esperas

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